Salatul fatih

Salatul fatih
Oh Allah bendice a nuestro Maestro Muḥammad, el que abre lo que está cerrado y sella lo que le ha precedido, aquel que hace triunfar a la Verdad por la Verdad, el guía hacia el camino recto, y a su familia, conforme a lo que merece su categoría y su inmenso alcance

miércoles, 19 de febrero de 2014

El Universo fluye hacia el Amado de Dios

En el Nombre de Allah,
el Misericordioso, el Compasivo



EL UNIVERSO FLUYE HACIA EL AMADO DE DIOS

Shaykh Muhammad Nazim Al-Haqqani An-Naqshibendi, Sohbat del 3 de febrero del 2014.

M (Mawlana): "Salamun qawlan min Rabbin Rahim" (36:58), "Les dirán «¡Paz!» de parte del Señor misericordioso" (36:58). Que nuestro día y nuestras obras sean favorables. Que Allah nos dé éxito en obras que complazcan a Allah y a Rasulullah. Que no nos traguen los mares, ni nos aplaste la tierra. Que seamos siervos de nuestro Señor, tengamos un final feliz y nuestros hijos sean de los justos. Oh Señor, haznos siervos del Paraíso. Por las bendiciones de nuestra Sultana Ummuhan. Fatiha.

HF: Amin.

M: Allah razi olsun, Allah se complazca con nosotros.

HF: Que Allah os dé buen apetito.

M: Gracias. MashaAllah. Gracias a Allah. Digamos: La ilaha illa Allah, La ilaha illa Allah, La ilaha illa Allah, Rabbul 'Arshil Azim (Señor del Gran Trono). ¡Cuánto abre esto al hombre! Bienvenidos, Oh yaran (amigos) de Shah-e Mardan. Traéis khayr (bondad), traéis khayr, esa khayr nos revive. Todo tiene khayr, Sheikh Mehmed Efendi, hijo nuestro. Nuestro Allah puso khayr en todo, intentad conseguir algo de esas cosas buenas.




Marhaban (Bienvenido) Oh Shah-e Mardan, Marhaban, Oh amantes de Shah-e Mardan. Comencemos con belleza. Oh yaran de Shah-e Mardan, los siervos que son amigos de Shah-e Mardan, bienvenidos, venís con bondad. Digamos: "Bismillahi r-Rahmani r-Rahim", ¡qué hermoso! Qué hermoso es decir: "Bismillahi r-Rahmani r-Rahim". No es fácil recitar el Ism Jalal (Nombre de Majestad) del Señor de la Gloria, Sheikh Mehmed Efendi. Bismillahi r-Rahmani r-Rahim. ¡Allah, Oh Señor! Se nos concedió decirlo, ¡qué gran honor! Decid siempre: "Bismillahi r-Rahmani r-Rahim".

Bienvenidos a nuestro encuentro, Oh yaran, los amigos de Shah-e Mardan. Bienvenidos a nuestro encuentro, venís con khayr. Hay bondad en todas partes, Sheikh Mehmed Efendi, hijo nuestro, hay khayr. Pedid khayr, pedid khayr, pues también la superficie de la tierra está llena de khayr. Hay bien en todo, SubhanAllah, Sheikh Mehmed Efendi, hijo nuestro. También hay bondad en las hormigas, también hay khayr en las hormigas. Tienen Creador; tienen su propia alabanza y reciben apoyo. Allahu Akbar wa Lillahi l-hamd.

Bienvenidos, Oh amigos de Shah-e Mardan. Los santos nos hacen hablar, aunque sean unas palabras. Si ellos hacen que hablemos, hablamos. Si no, no hablamos. Bien, prestemos atención al hablar, al hablar. En la medida que estemos atentos al hablar, debemos prestar atención al escuchar, debemos poner cuidado en escuchar. Bajan palabras celestiales a Su Rasulu Kibriya (Magnífico Profeta), escuchémosle, recibiremos poder. Que recibamos fuerzas para servir a nuestro Señor, que recibamos fuerzas para amar a Su Rasulu Kibriya. Eso queremos, no comer y beber, sino poder amar al que ama Allahu Dhul Jalal. Oh nuestro Señor, nuestro Subhan (Glorioso), nuestro Sultán. Al-hamdu Lillah.

Bienvenidos. Digamos: "Bismillahi r-Rahmani r-Rahim, Bismillahi r-Rahmani r-Rahim, Bismillahi r-Rahmani r-Rahim". No existe arma más potente, Mehmed, Sheikh Mehmed Efendi, hijo nuestro. Di en todas partes: "Bismillahi r-Rahmani r-Rahim, Bismillahi r-Rahmani r-Rahim". Podrás derribar mundos, bi hurmati l-Habib, no sólo un mundo, puedes derribar mil mundos diciendo: "Bismillahi r-Rahmani r-Rahim". ¡Qué gran poder tiene! Gracias a Allah, Bismillahi r-Rahmani r-Rahim. ¿Quiénes somos, para recitar los Majestuosos Nombres del Señor de la Gloria, para poder amar a Su Más Amado, para seguir su camino y llevar su amor? Quien no tiene amor es un tronco seco. Con amor os cargáis de nur (luz). Amad, amad, amad al que ama Allah. Allah Jalla wa 'Ala dijo: "Ya Habibi, ya Muhammad Mustafa", Él dijo: "Oh Mi amadísimo elegido". Yahu, decidlo una sola vez, para abriros de par en par. Derribaréis la falsedad, os volveréis leones.

As-salamu alaikum, ayyuha l-hadirun (Oh asistentes), estad presentes. Saludos a vosotros, nuestros amigos. Salamullahi alaikum, el saludo de paz de Allah (para vosotros), "Salamun qawlan min Rabbin Rahim" (36:58). ¡Qué gran honor, Sheikh Mehmed Efendi! "Les dirán «¡Paz!» de parte del Señor misericordioso" (36:58), ¡qué gran mensaje! ¡Qué honor para la humanidad! "Les dirán «¡Paz!» de parte del Señor misericordioso" (36:58). Ya Rabbi, Allahu Allah, Allahu Allah, Allahu Allah, Allahu Rabbi, ma li siwahu, illa Hu.

Bienvenidos. Buscad las luces que descienden del cielo. Id tras esas luces, intentad conseguir esas luces. ¿Qué tiene el mundo? "Ad-dunya jifah", el mundo es una carcasa, no es algo a desear. Allah Allah. Y el hombre corre tras esa carcasa para colectar, conseguir [cosas]. No se nos envió el Profeta para que colectemos en esta carcasa. El Profeta, alaihim us-salam, 'ala Habibina Sayyidi l-awwalin wa l-akhirin, él no fue enviado por el amor de este mundo, sino para mostrarnos las sendas de nuestro Señor, y plantar ese amor en nuestros corazones.

Digamos, Oh Shah-e Mardan, nuestros hermanos, también nuestro hijo, Mehmed Efendi; decid "Allah", Jalla Jalalahu, para abriros. Decid "Habibi Muhammad Mustafa", para abriros. Allahu Akbar. Qué belleza existe, qué bendiciones existen. Pidamos, abrámonos, Sheikh Mehmed Efendi, hijo nuestro. Asegúrate de que das amor (Ishq) a la Nación y a la gente. El amor Celestial está conectado con el Habibullah, y él recibe amor Celestial. Allah Allah. Nuestro Maestro, Maestro del Universo, en cuyo corazón se sembró el amor de Allah, y se inscribió. Por eso está cargado de grandeza y beatitud. Seguid al Profeta. Allahu Allah, Allahu Allah.

Maulana y Sheykh Mehmet Effendi Hz.
Así que, ¿con qué comenzamos, Sheikh Mehmed Efendi? ¿Por qué empezamos? Comencemos por la limpieza, ¿cuál es el inicio de la limpieza? Decid: "Audhu Billahi min ash-shaytani r-Rayim", comenzad a limpiar con eso, usadlo para expeler a satán. Entonces os llegará luz al corazón, os llegará honor al corazón, os llegará autoridad y afecto de vuestro Señor, al que ame a su Señor. Conectad con el Habib, a quien ama Allahu Dhul Jalal, que seáis amasados en su afecto. Su afecto, Oh nuestro Señor. "Khalaqal Insan. 'Allamahul Bayan" (55:3-4), ¿no es así el Generoso Verso? "Él creó al hombre. Le enseñó la palabra" (55:3-4), "Él creó al hombre". Allah Allah. ¿No es el Generoso Corán? Generoso Corán, Quran-e Karim, mashaAllah. "El Compasivo ha enseñado el Corán" (55:1-2), "Él creó al hombre. Le enseñó la palabra" (55:3-4). Allahu Akbar, SubhanAllah. ¡Qué gran mensaje es este! Así habla Él de la humanidad: "Ar-Rahman khalaqa l-Insan". Él inviste de Su propio atributo, Sheikh Mehmed Efendi. "'Allamahu l-Bayan", Él enseñó por Su bayan (palabra), Rabbul 'Izzat.

Oh Señor, no sabemos nada. Quien nos enseña Tus bellos caminos es Tu amado. Que nos sacrifiquen en la senda de Tu amado. Amemos y seamos amados. Amad para ser amados. Quien no ama (ishq), no es amado. El universo entero fluye hacia nuestro Maestro. "Él creó al hombre". Allahu Dhul Jalal sabe Su intención, nosotros no sabemos. "Él creó al hombre. Le enseñó la palabra" (55:3-4). Rabbul Izzat, si hay que hablar con justicia de Su Qudrat y Azamat (Poder y Grandeza), "Le enseñó la palabra". "Khalaqa l-Insan. 'Allamahu l-Bayan" (55:3-4). Él creó a la humanidad para asir la estación de las verdades ocultas, donde (el Profeta), 'alaihi s-salatu wa s-salam, puso su bendito pie. Que pises ahí, Sheikh Mehmed Efendi, hijo mío.

Nos volvimos troncos secos, no os volváis troncos secos, sed jardines de rosas. Muchas clases de rosas y  jacintos son tuyos, fueron creados para ti, Oh hombre. Allahu Akbar, Allahu Akbar. "Khalaqa l-Insan. 'Allamahu l-Bayan" (55:3-4). Allahu Akbar, Allahu Akbar wa Lillahi l-hamd. ¿Por qué no deseáis el jardín de rosas del cielo? ¿Por qué vais tras la carcasa y os oprimís unos a otros? ¡Qué vergüenza! No aprendisteis nada. "El misericordioso ha enseñado el Corán" (55:1,2), "Él creó al hombre. Le enseñó la palabra" (55:3,4). ¡Oh Señor! Por la Azamat-e Hudara (Grandeza de Dios). ¿Qué podemos hacer, hijo nuestro, Hz. Sheikh Mehmed Efendi? Tragad y tomad. Vestid esos atributos, llevémoslos. Nuestro Allah, nuestro Subhan y nuestro Sultán, perdónanos, en nombre del Más Amado. La palabra que nos mostrará Tus sagrados caminos: "Le enseñó la palabra", ¿qué hay en ese vayan (palabra)? Allahu Akbar. "El Compasivo ha enseñado el Corán. Él creó al hombre. Le enseñó la palabra" (55:1,3,4). Allah, SubhanAllah, SubhanAllah.

Digamos: "Bismillahi r-Rahmani r-Rahim". ¿Qué llave abre todas las puertas de la Verdad, todos los tesoros de la Verdad, Sheikh Mehmed Efendi? Bismillahi r-Rahmani r-Rahim. Decidlo al menos siete veces al día, 70 veces o 700 veces. Decid: "Bismillahi r-Rahmani r-Rahim". Con cada Basmala, se abren varias clases de tesoros de significados, hijo mío. Que tu mirada vaya allí. Fatiha.

Este mundo, este mundo es basura. La humanidad deja los tesoros y corre tras la basura. "Es Allah el fin de todo" (24:42), corred hacia vuestro Señor. Corred hacia el Uno que os creó, corred hacia la generosidad de Rabbu l-'Izza. Que lo consigáis. Allahu Akbar, Allahu Akbar, Allahu Akbar wa Lillahi l-hamd. Que Allah abra nuestro corazón, Sheikh Mehmed Efendi. El tesoro de nuestro corazón está lleno, que eso venga y vierta en nuestros corazones.

Oh honorable Profeta, 'alaihi s-salatu wa s-salam. Mi Allah, si Él nos da una gota del amor del amado, el mundo se girará del revés. ¡Oh RasulAllah! Intercesión Oh RasulAllah, Madad Oh RasulAllah. Que nuestro corazón brille y se abra. Amin. Wa salamun 'ala l-mursaleen, khususan 'ala Sayyidi l-mursaleen, wal-hamdu Lillahi Rabbi l-'alameen, al-Fatiha.

Haz dua (suplica). Esos caminos se abren con dua, hijo mío. No temas, permanece erguido como un león. Adelante. As-salamu alaikum.

SME: Wa alaikum salam.

As-salamu alaikum. Allah.

Enlace al vídeo:


martes, 18 de febrero de 2014

La inscripción en la fuente del Poder de Salomón

En el Nombre de Allah,
el Misericordioso, el Compasivo


Bismillahi Rahmani Rahim

EL RECIPIENDARIO DEL PODER DEL PROFETA SULAYMAN

"Ésta es una de las enfermedades de los musulmanes de hoy en día, se ponen a escuchar una historia y dicen con cara encantada qué linda historia, pero no se conectan, no piensan que podría ocurrirles ahora; no piensan que siempre hay en la Nación de Muhammad un wali que es heredero de cada uno de los Profetas anteriores, y que por tanto también hoy existe un wali heredero de Nabi Sulayman, alayhi salam, hmm. Madad Ya Sulaiman"

(Sheykh Abdul Kerim Kibrisi Hz.)


Salomón, o como le llamamos el Profeta Sulayman, alayhi salam (la paz sea con él), el hijo del Profeta David (Daud, la paz sea sobre él), tuvo entre sus particularidades el ser soberano visible no sólo de hombres, sino también de yinnes [genios] (especie de criaturas inteligentes del No-Visto), aves, hormigas, y el viento, es decir, la Naturaleza le obedecía.

Todos los elementos y criaturas le obedecían.  Dice Dios en el Sagrado Corán:

“Y a Sulayman (le subordinamos) el viento tempestuoso que corría obedeciendo su mandato hasta la tierra que habíamos bendecido.  Fuimos conocedores de cada cosa.

Y había yinnes que buceaban [buscando perlas y gemas] para él realizando aparte de eso otros trabajos. Eramos sus Guardianes.” (21-81-82).

Y:

“Y a Sulayman (le subordinamos) el viento, que en una mañana hacía el recorrido de un mes y en una tarde el de otro. E hicimos que manara para él un manantial de cobre fundido. Y había yinnes que trabajaban para él con permiso de su Señor. Y a quien de ellos se apartara de Nuestro mandato le haríamos gustar el castigo del Sair [uno de los nombres del Infierno].

Hacían para él lo que quería: Templos escalonados, estatuas, jofainas como aljibes y marmitas que no se podían mover. ¡Familia de Daud! ¡Obrad con agradecimiento! Son pocos Mis siervos agradecidos.” (34.12-13).

Como soberano de un reinado extraordinario, Sayyidina Sulayman hizo obras sin par, de las cuales resalta su templo, ‘el Templo de Solomón’ como se le conoce.  

Este templo fue construido sobre las fundaciones del primer lugar de adoración en Jerusalén que fuera construido antes por Sayyidina Ya’qub [Jacob], unos cuarenta años después de que el Profeta Ibrahim [Abraham] construyera la Ka’ba con la ayuda de su hijo el Profeta Isma'il [Ismael], que las bendiciones y paz de Allah sean con ellos.

Sulayman tenía un anillo muy especial, que se reputaba como un objeto sagrado de muy elevado significado, un objeto depositario de su autoridad, que fue especialmente codiciado por quienes querían apropiarse ilegítimamente de un conocimiento que podrían usar así para satisfacer sus propios vanos deseos. 

Durante cientos de años, quienes han interesado en la magia y el dominio del No-Visto han codiciado el conocimiento de Sulayman y han buscado replicar o imitar lo que sería el anillo de este poderoso Profeta y siervo de Dios.

¿Qué estaba escrito en el anillo de Sulayman?

Este misterio lo resuelve el Islam.

Dijo así nuestro Profeta, el Sello de los Profetas y Enviados de Dios, Muhammad el Elegido, la paz sea sobre él:

"La inscripción sobre el anillo de Sulayman el hijo de Daud (la paz sea con ellos) era: 

La illaha ilaAllah Muhammadun Rasulullah 

[es decir: 

'No hay mas dios que Allah, Muhammad es el Mensajero de Allah

(la declaración de fe del Islam)]"

Es un Hadiz o dicho de nuestro Profeta transmitido en Al-Riyaad Al-Aniqa fi Asmaa Khayr Al-Khaaliqa del Imam Jalaluddin As-Suyuti.

* * *

Habrá en el Final de los Tiempos un nuevo gobernante como Sulayman.

En referencia a este nuevo gobernante que vendrá en el final de los tiempos con características similares al Profeta Sulayman en cuanto a la extensión y particularidades de su gobierno, dijo nuestro maestro el Profeta Muhammad, la paz sea sobre él y su bendita familia:

"El Mahdi gobernará el mundo del mismo modo como Dhul Qarnayn y Sulayman"

(Registrado por el renombrado sabio shafii Ibn Hajar al-Haythami [909-974 era hijri / 1503-1566 era común], en su obra: Al-Qawl al-Mukhtasar fi' 'Alamat al-Mahdi al-Muntazar)


Y se nos ha transmitido que el Imam Mahdi, el glorioso descendiente del Profeta Muhammad, la paz sea sobre ambos, que vendrá al final de los tiempos para restablecer la justicia y la verdad al mundo, vendrá con las reliquias sagradas que han sido preservadas para su función: el Arca de la Alianza perdida, la Torah en su forma original no alterada, la vara de Moisés ... y el anillo del Profeta Sulayman, entre muchas otras reliquias sagradas.

Vínculos relacionados:

¿Qué nos puede decir sobre el Arca de la Alianza?  ¿Está con los otomanos? (externo, en inglés)



miércoles, 12 de febrero de 2014

El Mandamiento más importante de Jesús

En el Nombre de Allah,
el Misericordioso, el Compasivo

El lugar donde descenderá Jesús en su segunda venida,
conforme a la profecía islámica 

EL MANDAMIENTO MÁS IMPORTANTE SEGÚN JESÚS


El hombre era un maestro. Enseñó la Ley de Moisés.  Le impresionó ver a Jesús responder las preguntas de hipócritas y herejes con sabiduría:

“Uno de los maestros de la ley vino y les oyó debatir.  Notando que Jesús les habían dado una respuesta buena, él le preguntó: ‘De todos los mandamientos, ¿cuál es el más importante?’”

Sentía que era su oportunidad de preguntarle a Jesús, el Gran Maestro, cuál era el mandamiento más importante, cómo podría salvarse, entrar en la vida y el Reino de Dios.

Ahora, nosotros necesitamos dejar de lado todos nuestros prejuicios, todo lo que nosotros hemos aprendido en las escuelas de catequesis, y todas las enseñanzas de hombres mortales.  Todos los que aman a Jesús deben permitirle hablar:

“El más importante - dijo Jesús - es: ‘Oye, Oh Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor es Uno’.  Amen al Señor su Dios con todos su corazón y con toda su alma y con toda su mente y con toda su fuerza.”

Una gran respuesta a una gran pregunta: acepta al Señor nuestro Dios que es Único, ámalo, y ríndele culto sincero sólo a Él.

Jesús no había concluido.  Él tenía más para enseñar.  Obviamente Jesús estaba enseñándole todo lo que él necesitaba para entrar al Reino de Dios.  Jesús agregó:

“… El segundo es: ‘ama a tu prójimo como a ti mismo’.”

El Gran Maestro aclaró aún más:

“No hay mandamientos más importantes que éstos.”

El hombre que preguntó a Jesús repitió los mandamientos para asegurarse que los había  aprendido bien:

“Bien, maestro”, el hombre contestó.  “Tienes razón diciendo que Dios es Uno y no hay ningún otro dios excepto Él…” (Marcos 12:32)

Jesús vio que el hombre había aprendido correctamente el mandamiento más importante y le dio las buenas noticias:

“Cuando Jesús escuchó que había contestado sabiamente, le dijo: ‘No estás lejos del reino de Dios.’” (Marcos 12:34)

Hay algunas lecciones significantes en esta historia:

PRIMERO, Jesús enseñó al hombre más de lo que este preguntó, sin embargo, no dijo que él es el hijo de Dios, o el Salvador enviado a redimir a la humanidad de sus pecados.  No dijo nada ni remotamente similar a lo que algunas personas dicen al repetir que han ‘nacido de nuevo’ en Cristo: “Usted debe recibirme individualmente, acépteme como el Hijo de Dios, su Señor personal y Salvador que morirá en la cruz por sus pecados y seré resucitado.  Permita que el Espíritu santo lo llene…”

Tome usted lo que Jesús dijo y saque lo que las personas que vinieron después han agregado.

SEGUNDO, la salvación depende de este mandamiento.  Jesús lo dijo claro cuando otro hombre se le acercó para aprender de él (Marcos 10:17-29).  

El hombre se hincó ante sus rodillas y dijo:

“‘Buen maestro, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?’”  Jesús contestó: ‘¿Por qué me llama bueno?  Nadie es bueno, excepto Dios (exclusivamente).’” (Marcos 10:17-18)

TERCERO, Jesús confirmó que no hay ningún mandamiento más importante que éstos.  En caso de que, alguien pudiera pensar que el más grande de los  mandamientos cambió después, Jesús nos dijo:

“Ciertamente, yo les digo: cultiven el cielo y pasen por la tierra sin temer, que ni una jota ni un punto cambiarán de la ley que todos deben cumplir.  Quien quiera que rompa uno, aunque sea el menor de estos mandamientos, y lo enseña a los hombres, se llamará el menor en el reino del cielo; pero quien quiera que los cumpla y los enseña, él se llamará grande en el reino del cielo.” (Mateo 5:17-19)

CUARTO, cualquiera que ama a Jesús y quiere entrar en la vida eterna, debe cumplir el mandamiento más importante de Jesús cuando él mismo dijo:

“Si tú me amas, cumple mis mandatos.” (Juan 14:15)

“Si quieres entrar en la vida eterna, obedece los mandamientos.” (Mateo 19:17)

Un cristiano sincero debe aceptar lo que Jesús dijo sin torcer sus palabras o buscar algún significado oculto en ellas.  Jesús enseñó lo que Moisés enseñó unos 2,000 años antes que él:

“Oye, Oh Israel: El Señor nuestro Dios, el Señor es Uno.  Amen al Señor vuestro Dios con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma y con toda vuestra fuerza.” (Deuteronomio 6:4-5)

Jesús enseñó la misma verdad eterna que TODOS los profetas de Dios enseñaron a su gente: Dios es Uno, ríndasele culto sólo a Él.

“Temed sólo al Señor tu Dios, sírvelo sólo a Él y hagan vuestros juramentos en Su nombre” (Deuteronomio 6:13)
“No tendrán ningún otro dios además de Mí” (Deuteronomio 5:7)
Isaías 43:11 dice que “Yo soy vuestro Señor y además de Mí, no hay ningún Salvador.”
“Yo soy el Señor tu Dios que te sacó de Egipto.  Tú no reconocerás ningún Dios excepto a Mí, ningún Salvador excepto a Mí” (Oseas13:4)
“Oh, permítanos prosternarnos y rendir culto a Dios, permítanos arrodillarnos ante el Señor, nuestro Creador.  Porque nosotros somos las personas de Su creación y las ovejas de Su rebaño y Él es nuestro Dios” (Salmos 95:6-7)
Jesús dio énfasis a esta enseñanza también a Satanás:

“¡Fuera de mí, Satanás!  Porque está escrito: Rinde culto al Señor tu Dios, y sólo sírvelo a Él” (Mateo 4:10)
El Corán confirma el mandamiento más importante de Jesús.  El Corán nos enseña justamente que Dios envió a todos los Profetas con la misma enseñanza: rendir culto al Único verdadero Dios, exclusivamente.

“Y VUESTRO DIOS es el Dios Único: no hay deidad sino Él, el Más Misericordioso, el Dispensador de Gracia.” (Corán 2:163)
“Tu Sustentador ha ordenado que no adoréis a nada excepto a Él.” (Corán 17:23)
“Y antes de ti no mandamos a ningún enviado sin haberle revelado que no hay más deidad que Yo, por lo tanto, habréis de adorarme sólo a Mí.” (Corán 21:25)
El Corán nos dice que Dios le preguntará a Jesús en el Día de la Resurrección:

“Y, HE AHÍ, que Dios dijo: “¡Oh, Jesús, hijo de María!  ¿Dijiste acaso a la gente: ‘Adoradme a mí y a mi madre como divinidades junto con Dios?’” (Corán 5:116)
Jesús responderá:

“¡Glorificado seas!  ¿Cómo habría de decir algo a lo que no tengo derecho?  ¡Si lo hubiera dicho, ciertamente Tú lo habrías sabido!  Tú conoces todo lo que hay en mí, mientras que yo no conozco lo que hay en Ti.  En verdad, sólo Tú conoces todo lo que está fuera del alcance de la percepción del ser humano.  No les dije sino lo que Tú me ordenaste: ‘¡Adorad a Dios, mi Señor y también vuestro Señor!’  Y fui testigo de sus acciones mientras permanecí entre ellos; pero desde que Tú me elevaste a los cielos, sólo Tú has sido su supervisor: pues Tú eres testigo de todas las cosas.  Si les castigas, en verdad, son Tus siervos; y si les perdonas ¡en verdad, sólo Tú eres Poderoso, realmente Sabio!” (Corán 5:116-118)

Vínculo relacionado:EL DIOS DE JESÚS

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Fuente original:
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